La psique humana y los vínculos fueron desde que recuerdo temas importantes para mí.

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Al terminar el colegio y tener que pensar cómo seguía mi vida, estudiar psicología fue una posibilidad fuertemente considerada, pero no lo hice más que autodidácticamente y me inscribí en la carrera de Contador Público. Estudié eso hasta titularme, rodeada de amigos y/o novios estudiantes de psicología o psicólogos.

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La expresión a través de la música me convocó buen tiempo y otro tanto hizo la fotografía. Ambos canales siguen siendo parte de mi andar.

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También el yoga y la meditación. Actualmente curso un Instructorado de Hatha Yoga.

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La astrología, por su parte, siempre estuvo. En principio en el tintero. Y luego me fui metiendo más y más.

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Completé una formación de 4 años en la escuela Casa XI, de Buenos Aires, fundada y dirigida por Eugenio Carutti. Hice a modo de posgrado un seguimiento de 2 años de la mano de Laura Gurovich , docente de la escuela Casa XI. Allí fuimos aplicando todo lo aprendido en la formación sobre mí misma . Completé también un posgrado en Astrología Terapéutica, de 9 meses, en Cosmograma, escuela de Barcelona fundada y dirigida por Andrés Zuzunaga.

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Tomé además otros cursos: Tránsitos para evolucionar y Puntos evolutivos de la carta natal, dictados por Pablo Flores Laymuns en Barcelona; Astrogenealogía, dictado por Enzo de Paola en Santiago de Chile; Sinastrías, Nodos Lunares, Marte y Venus y La madre y el padre (Luna/Saturno), dictados por Pablo Telias en Buenos Aires y Neuquén; Herramientas de coaching para la consulta astrológica, dictado por Astrohología.

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Actualmente curso un posgrado en Sinastría, dado por Silvia Neira.

 

Y leí y leo bastante. Los libros llegan como oro a mis manos y siento éxtasis pispeando un poquito del misterio que habitamos y nos habita.

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Pienso en astrología la mayor parte del tiempo. Mi percepción fue cambiando radicalmente a lo largo de lo que fui incorporando o despertando. Me emociona abrazar algo tan gigante, tan infinito.  Y tan empírico. La astrología es palpable, verificable todo el tiempo.

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Completé también una formación en Constelaciones Familiares, de 3 años, en Esencia Neuquén, fundada y dirigida por Liliana Chaia. Las Constelaciones sumaron mucho a ganar orden y fuerza en mi vida, a desengancharme de destinos ajenos y poder vivir más plenamente. A Jugar mi Carta.

 

Astrología y Constelaciones Familiares dieron fruto adentro mío, y un día empecé a vislumbrar la forma de facilitar lo que llamo Constelaciones Astrológicas. Algo que funciona y suma mucho también.

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Creo que lo que traemos es para dar. Que lo que nos resulta fácil abre un camino a transitar y que los frutos son para compartir. Por eso la Escuela, el Consultorio y las Constelaciones. Porque me gustaría poder aportar algo de lo que la astrología me fue y me va aportando a mí. Siento que todo el Escorpio que llevo y me lleva puede al igual que hizo conmigo, servir a otros para ver lo que requiera ser visto, para transformar lo que haya que transformar, para andar más sueltos y más en paz. En sintonía con la vida, con lo que la vida tiene pensado para nosotros.

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El fin último es para mí acceder al amor que llevamos dentro, a la empatía. Es ver y sentir la interconexión de la que somos parte.

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Pero ese acceso toma generalmente trabajo, hay que arremangarse.

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Creo que puedo acompañar en ese proceso. El universo dirá si es por ahí.

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Bienvenidos.